dijous, 1 de març del 2012

Baja servicios ADSL Telefónica


Buenos días,

Les envío este FAX para solicitar la baja inmediata de todos los servicios contratados.

La operadora me comentó que “el sistema” solo le permitía dar de baja el servicio en 15 días, que para hacerlo de forma inmediata necesitaba este FAX indicando el motivo.

Bien, el motivo es que ya no va a vivir nadie en el domicilio donde esta contratado sus servicios.

Sin ninguna duda va a ser muy duro sobrevivir sin ADSL. Esto supone tener que prescindir de la pornografía, tan primitiva como satisfactoria.

De todas formas, no hay mal que por bien no venga, las teclas del Sony Vaio empezaban a sufrir las consecuencias del abuso del onanismo y se quedaban bloqueadas.


Por otro lado, la desaparición de Megaupload me ha dejado sin poder compartir muchos de mis archivos con los amigos. Pero tengo que reconocer, que su propietario merecía ser encarcelado, si no era por sus actividades ilícitas, tenía que se por su sobrepeso mórbido voluntario.


Según indicaciones de la misma tele operadora, les adjunto una fotocopia de mi DNI. Como pueden comprobar, se aprecia un rostro que irradia satisfacción, eran aquellos buenos tiempos en los que disfrutaba de todo su ancho de banda junto a Celia Blanco, Silvia Saint y en alguna ocasión, Nacho Vidal.


Confío en su buen hacer. Gracias,

El número de la gestión de baja es el: AXXXXXXXXX

dijous, 26 de gener del 2012

Paso de ganado


Durante los últimos años, en España -un bonito país que ha demostrado una vez más que su salud mental está en serios apuros declarando inocente a políticos corruptos y sentando en el banquillo de los acusados a una persona por investigar crímenes de guerra-, se ha producido un progresivo y sutil cambio de actitud, especialmente en la relación entre peatones y conductores. Como si se tratara de dos especies distintas, ahora más que nunca, se dedican a hacerse la vida imposible mútuamente. 


Curiosamente, tiempo atrás había menos respeto entre ambas especies, pero la relación era mucho más fluida. La cordialidad brillaba por su ausencia y los pasos de peatones eran solo líneas blancas pintadas en el suelo. Eran tiempos de gloria para los conductores, solo ellos decidían si el paso de cebra se convertía en paso de peatones. Pobre del peatón que cruzaba sin mirar a ambos lados de la calle, se jugaba algo más que los dientes. 

Han pasado los años y la sociedad ha caído progresivamente en la dinámica de dejar que sea su culo el encargado de tomar las decisiones más primitivas. Las líneas blancas han dejado de llamarse paso cebra, para convertirse en el actual paso de peatones, una pasarela de preferencia peatonal que tiene la peculiaridad de sacar a la luz todos aquellos individuos que no tienen instinto por la supervivencia: Los gilipollas.

Ingenuos ellos, como si nunca hubieran conducido, creen que por el hecho de tener preferencia pueden lanzarse a cruzar la calle con los ojos cerrados, porque como todo el mundo sabe, hay un montón de razones para pensar con toda seguridad que el coche que se aproxima va a frenar:

En primer lugar, por si no fuera poco el numeroso grupo de conductores que traen de serie una deficiencia de materia en su área cerebral sensomotora, se le suman aspectos como la natural pérdida de facultades cuando pasamos de cierta edad, a partir de los 60 gozamos de los mismos reflejos que una medusa.

En segundo lugar, desgraciadamente me viene a la cabeza el momento en que vamos conduciendo tranquilos y a traición suena el atronador "Ai se eu te pego" y, despavoridos, con el fin de evitar una parálisis nerviosa a través de nuestros conductos auditivos, desviamos la vista hacia la radio para cambiar de emisora.

En tercer lugar, Padres que, a pesar de gastarse tres mil euros en dos pantallas de plasma para que los niños se entretengan viendo películas Disney de niñas de 14 años vestidas como la Terremoto de Alcorcón y la elegancia de la recurrente Carmen de Mairena, deben girarse esporádicamente porque siguen tocando los cojones.


Otro motivo para desconfiar son -como en cualquier otra situación cotidiana-, los conductores de Megane o monovolúmenes en general, que merman sus facultades para conducir medicándose para tratar su estado de abatimiento e infelicidad permanente. Esto, sumado a su déficit en el repertorio conductual y al no tener ni puta idea de conducir los convierte en auténticos nudibránquios al volante.


Un ejemplo más por el que deberíamos estar atentos es cuando a un conductor de M3 le pica la punta de su penecito y tiene que desviar la vista de la carretera durante 8 minutos para rascarse el prepucio con un mondadientes.

Y aunque existen muchos más motivos por los que deberíamos mirar antes de cruzar, acabaré  mis ejemplos con el último grupo de conductores que sienten placer al atropellar, son pocos, pero es importante que el peatón sepa que existen. Se hacen llamar los farruquitos.


Por suerte, queda un sector de la población que sí tiene instinto de supervivencia y deja al margen su culo en la gestión de toma de decisiones: las madres que pasean a sus bebés en el cochecito.
A modo de “prueba del algodón”, tiran primero el cochecito a la calle, y si no pasa nada, entonces cruzan ellas. 

Para concluir, por todos los motivos que he explicado y muchos más que he dejado para otro día, creo que a partir de ahora la gente que decida cruzar sin mirar no merece que el conductor pierda el tiempo frenando, y si lo hace, que sea porque no queda bien llegar al túnel de lavado con el busto de un señor como mascarón de proa. 

dimecres, 28 de desembre del 2011

Tradiciones navideñas del mundo animal

Un año más en casa se han celebrado las navidades. Como es tradición en toda casa de buen catalán “hem fet cagar el tió” que traducido literalmente al castellano es “hacer cagar al tió”. Esta tradición consiste en darle con un palo a un tronco (tió) tapado con una manta con la intención de que el tronco cague regalos. Cuanto más fuerte se le pica, antes caga los regalos.
Para que la magnitud del encarnizamiento se entienda desde Madrid, es como si se sacara provecho de dar permanentemente palos a una comunidad autónoma.
 
Mientras los niños de la casa le van dando al tronco como si fuera un señor magrebí en la fiesta de graduación de Josep Anglada, los padres y familiares acompañan la actividad con una tierna canción. “Caga tió, avellanas y turrón, si no quieres cagar, te daré un golpe de bastón!” aplauso unánime y a seguir ensañándose con el tronco.

Casualidades de la vida, encendí la televisión y me percaté de que existen otras especies animales que también tienen tradiciones navideñas relacionadas con los troncos. Pero en esta ocasión el proceso era exactamente al revés. El animal cagaría un tió.
Observaba con detención un documental de animales africanos donde, durante cinco apasionantes minutos, un angustiado ñú intentaba expulsar por su recto un tronco de secuoya que había ingerido por error.
Reflexionando sobre este tema, y gracias a un cúmulo de casualidades fatídicas que sucedieron durante los tres minutos siguientes: -cinco variedades de alcohol en la sobremesa, mi tío Quimet encerrado en el baño imitando al ñú, Isra frotándose la entrepierna con crece-pelo y mi tía soltera Gertrudis montando el tió esperando su premio- he llegado a una curiosa conclusión:


La misma especie que alardea de ser la más inteligente de todo el reino animal es la única que necesita papel higiénico para limpiarse la salida del tracto gastrointestinal tras cada deposición.
La caprichosa evolución decidió darnos dedos para hacer herramientas,  pero pensó, como ahora ya tenéis brazos, manos y dedos, no hace falta que ingenie un ano de paredes hemorroidales retráctiles, de tal manera que si no os limpiáis con vuestros deditos, os picará el culo todo el día. Entonces el homo sapiens inventó el cortaúñas y el papel higiénico.

Desde un punto de vista evolutivo este hecho es claramente una desventaja. Me imagino una curiosa y típica situación: ingerir un cocido maragato en pleno agosto y cinco minutos mas tarde, ser perseguido por un Puma. Al no disponer del sofisticado ano de un dromedario, no podemos cagar mientras corremos, por lo tanto la única posibilidad de sobrevivir a esa situación es que tengas un hedor natural como el sobaco de Falete y la intención del Puma sea solo satisfacer su apetito sexual. Paradójicamente en este caso sí que sería bueno que nuestro aparato digestivo haya decidido completar el proceso. La sorpresa sería para el felino, que celebraría la navidad con un buen turrón.

Feliz navidad.

dimecres, 16 de novembre del 2011

Mereixen viure els “llepa-figues”? Part 1


De totes les desviacions de l’ésser humà n’hi ha una que em crida especialment l’atenció. Mentre la resta dels animals del planeta maten exclusivament per sobreviure, l’home mata per comoditat. Realment no sé a partir de quin moment de la història es va passar de matar per menjar, a matar per poder veure la tele, però en qualsevol cas, és un fet que ens demostra una vegada més que estem a la cua del regne animal pel que fa a la moralitat.

A l’estiu, quan estem al menjador de casa podem matar una mosca sense cap tipus de remordiment simplement perquè ens molesta. O matar-ne 300 si estem en un càmping i ens ha tocat acampar al costat dels lavabos. De fet, en aquest últim cas, no només no tenim cap tipus de càrrega moral sinó que a més a més a partir de la segona mosca, l’extermini es pot convertir en una competició amb el teu germà petit.
Tot i així, els reis de la crueltat amb les mosques son els botiguers xinesos. Resulta que venen unes raquetes 2.0 per matar insectes voladors. El funcionament és senzill, emeten descàrregues elèctriques a través de les cordes metàl·liques fins el punt de que si insisteixes pots olorar com la mosca es fa a l’ast i treu fumet.

Si es tracta d’insectes, entenem que no passa res, però si l’animal que ens molesta va augmentant de mida i enlloc d’una mosca, ara és una rata el que ens emprenya mentre creuem el carrer, segurament tampoc tinguem cap mirament per eliminar-la. Aquesta vegada però, ens costarà una mica més perquè els xinesos encara no han inventat l’escombra elèctrica.

Ara imaginem que l’animal que ens molesta és encara una mica més gran. Es tracta d’un gos petit, d’aquells que anomenen “llepa-figues” per la seva extranya tendència a jeure sobre les faldes de les senyores grans. Els Lamechochos (en castellà) son uns animals que per proximitat genètica segurament pertanyen al grup de “chiropteras” -el mateix que els ratpenats-, però com borden i no tenen ales, els biòlegs els han col·locat a la família dels Canis Lupus Familiaris (Gossos), un grup que prové del llop!!?

Teòricament les millors qualitats dels Licking Pussies (en anglès) son l’olfacte i l’oïda, però dic teòricament per què si fos cert no tindrien aquest sobrenom. De sempre és conegut que ni la gent gran ni jo ens rentem cada dia, i ells allí segueixen, a la falda o Air Xuminus Colector (en llatí).

Tornant al tema anatòmic, sorprenentment el fet de que no tingui ales no vol dir que no pugui volar. L’evolució li ha donat una altra eina per fer vols esporàdics si les circumstàncies ho exigeixen, i m’explico: La seva columna vertebral té forma d’empenya, i s’adapta formidablement a l'impacte del peu humà, per tant, tot i que l’enlairament és totalment dependent de la biomecànica de la marxa humana, la resta del vol pot ser totalment autònom.
Però al final del trajecte, toca l’aterratge, i és aquí on es manifesten les mancances d’aquest petit animal. Com no es tracta d’un avió, i no té tren d’aterratge, el petit cànid ha d’improvisar un fre natural, i en aquest sentit, la natura només li ha donat les dents. Per tant, si veiem volar un d’aquests Fighe Leccare (en italià) hem de saber que no podrà menjar durant dos o tres setmanes fins que li torni a créixer el seu particular tren d’aterratge.
Com més llarg és el vol, més setmanes triguen en tornar a menjar.

Entre les diferents variants de vols que aquests gossets poden practicar en trobem una de ben curiosa. Es tracta del vol Boomerang, que consisteix en fer-los volar quan van lligats d’una corretja retràctil. És important que a l’altre extrem de la corretja hi hagi una senyora d’aquestes que ocupen tota la vorera, per que l’energia centrífuga que es produeix és molt gran i necessitem una bona base.

Arribats a aquest punt em plantejo una pregunta. Quins son els paràmetres que l'ésser humà valora per decidir quin animal mereix morir i quin no en cas de que tots dos ens toquin els collons?
I el que és pitjor, qui o que ens creiem que som per decidir quin animal mereix morir i quin no?

Properament la resposta a  Mereixen viure els “llepa-figues”? (PART 2)

dijous, 10 de novembre del 2011

Desequilibrios de la función y la forma.


Esta entrada ha sido escrita por un seguidor del Blog. Se lo pedí yo personalmente por qué tiene un trastorno mental parecido al mío y sabía que podía escribir algo que encajara perfectamente en Cocotero Lifestyle. 

Autor: Scrothal Avenger

Desequilibrios de la función y la forma.

El ser humano, ese animal despreciable, invasor y autodestructivo que ya cuenta con 7.000 millones de ejemplares, demuestra, una vez más, que su capacidad de juicio e intelecto se encuentran en una grave crisis. Sin recurrir a ejemplos trascendentales, se puede observar la ineptitud humana en cualquier área pero, dado el sesgo automovilístico del blog, ilustraré el comienzo de esta entrada con uno de los “descubrimientos” del movimiento hellaflush, las llantas steelies.

O lo que es lo mismo, esa mítica llanta de chapa que, semienterrada, adorna los descampados de los desguaces de media España. Su exquisito look fue apreciado por gente de todas las etnias y desafortunadamente tuvo que pasar a un discreto segundo plano tras extenderse la llanta de aluminio. Por fortuna, algún iluminado, henchido en gracia divina, ha vuelto a colocar las steelies en el lugar que nunca debieron de abandonar. Pero pasar del descampado al vehículo tiene, como no, sus pequeños inconvenientes. El más significativo es que ahora el coche, al haberle instalado cuatro tarugos de masa no suspendida, gana un sobrepeso equivalente a  100 kilos, lo cual hace que consuma más, que adquiera las cualidades dinámicas de un Land Rover Defender “Forestal reten edition,full nigerian loaded” y que frene peor que Justin Bieber en su primer coitus interruptus. Nimiedades ensombrecidas por las grandes ventajas aportadas. En este caso, convertirse de la noche a la mañana en una figura respetada en foros, ser cool y marcar tendencia, cosas mucho más valoradas en nuestra entrañable sociedad que la funcionalidad. Y olvidaba la ventaja más importante, rodar con tus steelies y sentirte el boss es el bálsamo perfecto para olvidar el escozor de las collejas recibidas por tus compañeros de clase cuando eras un pardillo. 

Por fortuna, los desequilibrios entre función y forma no sólo son creados por el hombre. La propia naturaleza nos ilustra con innumerables y magníficos ejemplos.  De entre ellos, cabe dedicar un pequeño espacio a ese prodigio de la ingeniería natural, el chocho. 
De discutible estética, en algunos casos directamente desagradable, ofrece una variabilidad funcional y una flexibilidad de uso admirables. Capaz de admitir desde el micropene de un conductor de M3 hasta dejar escapar una tierna cabecita de bebe, su placentero uso y disfrute garantiza que la población siga en aumento. Existen chochos sobrenaturales, que cambian de funcionalidad de tal manera que adoptan la de elementos totalmente opuestos. Es el caso de Ángela Merkel, que hace lo que le sale del chocho y lo que consigue es darnos por el culo a todos.

Y ya que hablamos del culo, este estrellado anexo del chocho realiza prácticamente sus mismas funciones, con más solvencia de la imaginable, y estéticamente es más gracioso. Aunque en este caso la balanza de la función y la forma puede desmoronarse por los suelos de manera abrupta. Solo hay que atiborrarse en un restaurante mejicano y esperar dos horas.

Lógicamente la contrapartida varonil también tiene su idiosincrasia en este tema. De forma sosa, casi simplona, pero de carácter caprichoso, el pene camina cual funambulista en la cuerda de la funcionalidad. Es como un amigo cabrón, pues te toca los huevos, espera que te vengas arriba en los peores contextos inimaginables y de buenas a primeras te deja tirado en los mejores momentos de tu vida, pero no te queda otra que aguantarlo, al fin y al cabo es un amigo.

Si no podemos confiar en la naturaleza para encontrar el equilibrio entre función y forma, que podemos esperar del género humano. Para todo lo demás, cocoterolifestyle.


Scrothal Avenger

divendres, 4 de novembre del 2011

La cultura del pollo Parte 1: La fábula

En el campanario de la iglesia de un pueblo llamado Santa Percuta del Escroto había un nido de cigüeñas. En él habitaban cinco polluelos hambrientos que cada tarde esperaban que mamá cigüeña trajera gusanitos, peces o alguna desafortunada culebrita. El pollo más grande, plumado y robusto se llamaba Martra. El más pequeño y delgado, se llamaba Quicüe. Éste era con diferencia, el más bueno y respetuoso de todos los hermanos.

Aunque el resto de hermanos son intrascendentes en la historia, es interesante recordar sus nombres y conocer algunos detalles para entender mejor el entorno familiar;
Había un tercer pollo al que le faltaba un hervor, era algo deformado, bizco, cojo y su plumaje recordaba a un estropajo, pero curiosamente tenía éxito en la comunidad del pollo. Lo llamaron Megane.
Los otros dos hermanos eran gemelos, como dos gotas de agua, a uno le pusieron Forrest Gump y al otro Jorge Lorenzo.

Cada día mamá cigüeña llegaba tarde porque su jornada laboral era de 12 horas en una compañía líder en transporte urgente de paquetería en envíos internacionales desde París hasta cualquier rincón del mundo. La compañía se llamaba DIPEM  (Desconocido me ha Inseminado y Prefiero Explicar una Mentira).

Cuando mamá cigüeña llegaba con la comida, el nido se convertía en una jaula de grillos, los pollos se ponían nerviosos, gritaban y se alborotaban hasta el punto de que era imposible distinguirlos, todos luchaban por hacerse con el primer gusano. El pollo Martra, que era capaz de gritar de forma sorprendentemente estridente y desagradable era el que llamaba más la atención de mamá, y con el fin de hacerlo callar, mamá cigüeña le daba primero de comer. En cambio, Quicüe, que odiaba la violencia y prefería llegar a un acuerdo hablado entre todos, quedaba rezagado en un rincón del nido a la sombra del violento enfrentamiento. Desgraciadamente para el pequeño pollo, allí solo funcionaban los gritos y los malos modales y sus hermanos nunca le dejaban nada.

Cada día la historia se repetía y mientras Martra cada vez se hacía más grande, Quicüe se iba debilitando. Tras varios intentos fallidos de hacer entender a los demás que él también necesitaba comer, un mal día Quicüe murió desnutrido.

El resto de los hermanos pollos aprendieron que gritando y pisando a sus hermanos podían sobrevivir y salir volando hacia la independencia.

Pasados unos años, la cigüeña Martra creció y en una noche de locura y desenfreno fue fecundada por un desconocido del que recordaba vagamente el nombre, era algo así como Rocco Si Güeña.

Durante el embarazo Martra buscó un lugar donde construir un hogar para incubar los huevos.

Las cigüeñas suelen construir sus nidos en las partes más altas de las edificaciones con el fin de conseguir la mayor seguridad posible para las crías. Pero Martra, engañada por su victoriosa infancia, tenía tanta autoestima y estaba tan segura de sí misma y de sus métodos, que se vió capaz de construir su propio nido de lujo con excrementos de vaca y pis de cerdo en la zona alta de un arbusto cualquiera a un metro y medio del suelo.
El arbusto estaba ubicado en el extrarradio de un conflictivo bosque llamado Shoria poblado principalmente por cacatúas, pavos reales, truchas, mariquitas y peligrosos ñus.

Tras un duro periodo de incubación, de los 5 huevos solo salieron dos crías, Beattle y Erreocho. Beattle, salió clavadita a la madre, era musculado y corpulento, con un gran pico y una extraordinaria fuerza sonora. Erreocho, era más delgadito, algo enclenque pero con un encanto cautivador, a Martra, sus ojos le recordaban con nostalgia su fallecido hermano Quicüe.
Los tres huevos restantes acabaron pudriéndose, pero antes de enterrarlos les puso un nombre a cada uno; Zafira, Scénic y Pichasso.

Martra cuidaba a sus bebés con cariño y entusiasmo, y cada día, igual que hacía su madre, les traía la comida. Pero cuando tocaba repartir, Beattle actuaba como Carmen de Mairena en una orgía de quinceañeros, a golpes de pechuga apartaba a sus rivales para comerse todos los gusanos. Y cuanto más grande era el gusano, más pechuga sacaba.
Pasaban los días y la historia se repitió, Erreocho murió como mi tía soltera Rolanda, sin haberse comido nunca una buena culebra.

Al día siguiente, Martra dolida por la muerte de su hijo y con la amarga sensación de que podría haber aprendido del pasado y evitar la pérdida, se fue de nuevo a trabajar dejando a Beattle solo en el nido.
Mientras el pequeño pollo intentaba hacer sus primeras bateadas de ala y dar el salto al primer vuelo, un gato naranja que rodeaba el arbusto del nido se acercó y lo miró con sorpresa. Beattle asustado, utilizó su mejor arma, la que heredó de su madre y siempre le había funcionado. Empezó a gritar con más fuerza que Sharapova y a dar golpes de pico al aire, pero en esta ocasión no eran pollos ni pijos faltos de sexo lo que le rodeaba, y no asustó ni sorprendió a nadie. Lo único que consiguió fue llamar la atención y atraer a toda la familia del gato. Los felinos, sin hacer ruido, despiezaron y se repartieron a Beattle y se lo comieron de aperitivo. Aperitivo del plato principal que esperaron hasta el atardecer junto al nido.

Fin

Moraleja 1: No intentes luchar en una orgía contra Carmen de Mairena. Te quedarás sin tu gusanito.

Moraleja 2: “liando un pollo” puedes obtener más resultados que conversando y hablando con educación, pero acaba pasándote factura.

Moraleja 3: Si tienes descendencia y quieres seguridad no busques hogar cerca de la peligrosa Shoria.

dimecres, 26 d’octubre del 2011

Teoría del: Todo suma cero

Con 29 años he tenido la oportunidad de conocer a muchas personas. Seguramente no a tantas como me gustaría, pero las suficientes como para plantear la teoría del todo suma cero. Todo lo que nos rodea es un equilibrio y lo que no está en equilibro es porque está sufriendo el proceso para acabar estando en equilibrio. Por tanto, creo que a nivel individual la suma de cualidades y defectos de una misma persona suman cero. 

Un tópico me servirá como primer ejemplo de la teoría, y es que probablemente el más listo de la clase no era el que mejor jugaba al fútbol. De la misma forma, la chica más guapa no era la más simpática. 

Si conocemos una persona con muchas cualidades, tened por seguro que tiene alguna muy muy mala que hace equilibrar la balanza. Pensemos en Mick Jagger: Es uno de los cantantes de rock más reconocidos de la historia, con una larguísima trayectoria, rico, baila bien, ligón y un sinfín de cualidades. Pero es mas feo que un pie tras un largo baño de agua caliente. 

Una vez aclarado el significado del todo suma cero, podemos identificar casos más complejos. Por ejemplo, el individuo que tiene un micropene. Para compensar esta falta de relleno, seguramente necesite desarrollar una personalidad amable y cercana. Si esto no se le da bien, debe explotar otras cualidades como por ejemplo la astucia, la cultura, o la labia. Y si todo esto tampoco funciona, suelen comprarse un BMW M3. De la misma manera, el que tiene un Renault Megane debería tener un macropene, o alguna otra cualidad extraordinaria. Buen gusto, seguro que no. 

Por otra parte la teoría también se puede aplicar a la gente con dinero. Hay mucho rico que equilibra su particular balanza con excesos de prepotencia, poca educación, infelicidad y además tiene el honor de lucir unos grandes cuernos puestos por una esposa que seguramente sea preciosa pero que a su vez equilibra su balanza con una notable deficiencia de materia gris. Eso sí, es muy rico. 

Otro ejemplo de sobras conocido es el de la relación peso-simpatía. Siempre se ha dicho que las chicas más gorditas son las más simpáticas. Si nos encontramos alguna gordita que no es simpática seguramente sea muy inteligente. Si tampoco es el caso, debe hacer los mejores bocadillos de chorizo del planeta. (en la versión del blog para adultos, en lugar de BOCADILLOS ponía MAMADAS, pero el blog es para todas las edades y nuestra fascinante sociedad aún cree que una formidable mamada es más dañina que un bocadillo de colesterol). 

En el caso contrario, una chica esbelta y guapa con mucha probabilidad será menos simpática, simplemente porque nunca ha necesitado esa cualidad gracias a gente despreciable que solo valora el físico, como yo. En el hipotético caso de que sí que la haya desarrollado pensemos en otro defecto que le reste hasta el cero, como por ejemplo una gran halitosis, adicción a la cocaína o algún tipo de desequilibrio mental como por ejemplo que le guste la ropa de bebé. 

Por otra parte, también se puede ser fea, estúpida, bajita, demente, celosa, presuntuosa y desagradable pero si acabas siendo la Honorable Presidenta de la Comunidad de Madrid todo se equilibra. 

Existen también personas que están en pleno proceso de transformación. Es decir, que no han alcanzado el equilibrio y aún no suman cero. Se dan solo dos casos, gente que resta o gente que suma. 

En caso de ser un individuo de valor negativo puedes encontrar tu equilibrio intentando desarrollar una buena cualidad. Puedes apostar por una buena causa como la lucha contra la demencia senil y formar una asociación, luego búscale un nombre potente, como por ejemplo la MSF (Monovolúmenes sin Fronteras). 
Pero atención, si algún día las cosas te van mal y conviertes tu asociación en una panda de estafadores y gente inmoral piensa que restará, entonces aprovecha y cámbiale el nombre por SGAE, así al menos podrás hacer las cosas mal, pero de forma legítima. 

En el otro extremo del abanico, nos encontramos a la gente que suma. Personas con cualidades positivas más potentes que las negativas. Para poner algún ejemplo al azar se me ocurren personajes como Silvia Saint, Celia Blanco o Melody Star que paradójicamente reciben más de lo que dan, pero hacen feliz a mucha gente. Otros buenos ejemplos de gente que suma serían: Hitler, Pinochet, Francisco Franco o Gadafi, personajes que a pesar de tener alguna cualidad negativa tienen una formidable, que están muertos. 

Para concluir..., la entrada de hoy ha demostrado con datos rigurosamente investigados que la suma de las cualidades de una persona siempre es cero, excepto contados casos, que están en estado de desequilibrio. Si estáis pensando ideas para poder mejorar y ser un individuo de resultado positivo pensad que la tecnología juega a vuestro favor, existen aparatos para sumar  y otros para restar.