dijous, 1 de març del 2012

Baja servicios ADSL Telefónica


Buenos días,

Les envío este FAX para solicitar la baja inmediata de todos los servicios contratados.

La operadora me comentó que “el sistema” solo le permitía dar de baja el servicio en 15 días, que para hacerlo de forma inmediata necesitaba este FAX indicando el motivo.

Bien, el motivo es que ya no va a vivir nadie en el domicilio donde esta contratado sus servicios.

Sin ninguna duda va a ser muy duro sobrevivir sin ADSL. Esto supone tener que prescindir de la pornografía, tan primitiva como satisfactoria.

De todas formas, no hay mal que por bien no venga, las teclas del Sony Vaio empezaban a sufrir las consecuencias del abuso del onanismo y se quedaban bloqueadas.


Por otro lado, la desaparición de Megaupload me ha dejado sin poder compartir muchos de mis archivos con los amigos. Pero tengo que reconocer, que su propietario merecía ser encarcelado, si no era por sus actividades ilícitas, tenía que se por su sobrepeso mórbido voluntario.


Según indicaciones de la misma tele operadora, les adjunto una fotocopia de mi DNI. Como pueden comprobar, se aprecia un rostro que irradia satisfacción, eran aquellos buenos tiempos en los que disfrutaba de todo su ancho de banda junto a Celia Blanco, Silvia Saint y en alguna ocasión, Nacho Vidal.


Confío en su buen hacer. Gracias,

El número de la gestión de baja es el: AXXXXXXXXX

dijous, 26 de gener del 2012

Paso de ganado


Durante los últimos años, en España -un bonito país que ha demostrado una vez más que su salud mental está en serios apuros declarando inocente a políticos corruptos y sentando en el banquillo de los acusados a una persona por investigar crímenes de guerra-, se ha producido un progresivo y sutil cambio de actitud, especialmente en la relación entre peatones y conductores. Como si se tratara de dos especies distintas, ahora más que nunca, se dedican a hacerse la vida imposible mútuamente. 


Curiosamente, tiempo atrás había menos respeto entre ambas especies, pero la relación era mucho más fluida. La cordialidad brillaba por su ausencia y los pasos de peatones eran solo líneas blancas pintadas en el suelo. Eran tiempos de gloria para los conductores, solo ellos decidían si el paso de cebra se convertía en paso de peatones. Pobre del peatón que cruzaba sin mirar a ambos lados de la calle, se jugaba algo más que los dientes. 

Han pasado los años y la sociedad ha caído progresivamente en la dinámica de dejar que sea su culo el encargado de tomar las decisiones más primitivas. Las líneas blancas han dejado de llamarse paso cebra, para convertirse en el actual paso de peatones, una pasarela de preferencia peatonal que tiene la peculiaridad de sacar a la luz todos aquellos individuos que no tienen instinto por la supervivencia: Los gilipollas.

Ingenuos ellos, como si nunca hubieran conducido, creen que por el hecho de tener preferencia pueden lanzarse a cruzar la calle con los ojos cerrados, porque como todo el mundo sabe, hay un montón de razones para pensar con toda seguridad que el coche que se aproxima va a frenar:

En primer lugar, por si no fuera poco el numeroso grupo de conductores que traen de serie una deficiencia de materia en su área cerebral sensomotora, se le suman aspectos como la natural pérdida de facultades cuando pasamos de cierta edad, a partir de los 60 gozamos de los mismos reflejos que una medusa.

En segundo lugar, desgraciadamente me viene a la cabeza el momento en que vamos conduciendo tranquilos y a traición suena el atronador "Ai se eu te pego" y, despavoridos, con el fin de evitar una parálisis nerviosa a través de nuestros conductos auditivos, desviamos la vista hacia la radio para cambiar de emisora.

En tercer lugar, Padres que, a pesar de gastarse tres mil euros en dos pantallas de plasma para que los niños se entretengan viendo películas Disney de niñas de 14 años vestidas como la Terremoto de Alcorcón y la elegancia de la recurrente Carmen de Mairena, deben girarse esporádicamente porque siguen tocando los cojones.


Otro motivo para desconfiar son -como en cualquier otra situación cotidiana-, los conductores de Megane o monovolúmenes en general, que merman sus facultades para conducir medicándose para tratar su estado de abatimiento e infelicidad permanente. Esto, sumado a su déficit en el repertorio conductual y al no tener ni puta idea de conducir los convierte en auténticos nudibránquios al volante.


Un ejemplo más por el que deberíamos estar atentos es cuando a un conductor de M3 le pica la punta de su penecito y tiene que desviar la vista de la carretera durante 8 minutos para rascarse el prepucio con un mondadientes.

Y aunque existen muchos más motivos por los que deberíamos mirar antes de cruzar, acabaré  mis ejemplos con el último grupo de conductores que sienten placer al atropellar, son pocos, pero es importante que el peatón sepa que existen. Se hacen llamar los farruquitos.


Por suerte, queda un sector de la población que sí tiene instinto de supervivencia y deja al margen su culo en la gestión de toma de decisiones: las madres que pasean a sus bebés en el cochecito.
A modo de “prueba del algodón”, tiran primero el cochecito a la calle, y si no pasa nada, entonces cruzan ellas. 

Para concluir, por todos los motivos que he explicado y muchos más que he dejado para otro día, creo que a partir de ahora la gente que decida cruzar sin mirar no merece que el conductor pierda el tiempo frenando, y si lo hace, que sea porque no queda bien llegar al túnel de lavado con el busto de un señor como mascarón de proa.